Soneto 142. SUEÑOS DE AMOR SEDADO
(En la muralla de La Macarena:
"Yo también te quiero un poquito")
Alertado por la luz de vidriera
del sol de los sueños de amor sedado,
doy gracias a quien, sin nada, me ha dado
su cariño sin que se lo pidiera.
De una rama mi nombre no quisiera
pender por siempre en soledad - colgado -
y en el árbol que más he custodiado
mi nombre paciente a tu nombre espera.
Rastreo confines del Universo,
sin rastro de ti - en la cara o el reverso -
de una Madonna con su "Isla Bonita".
A solas, casi siempre, yo converso
con el rostro - imaginario, alto y terso -
de un amor que ya nadie me lo quita.
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