Soneto 153. SERPIENTE CRUDA
Un mal sabor de boca. ¡Me despierto!.
El mal de amor, mi amor, ya no me toca.
Una quebrada roca. ¡No hay acierto!.
La sal, mi amor, en el mar desemboca.
Agua de coco que es poca. ¡Es cierto!
El flash, mi amor, en tus ojos se enfoca.
Enredadera de coca. ¡Me invierto!.
Un beso, mi amor, que endulza la boca.
Rompiente salvaje de espuma y de ola,
que visto, en los mares, trajes de cola,
ausentándome de mi nueva vida.
Serpiente cruda que se queda sola
cuando se enreda, con mi frágil cola,
envenenándose en su propia huida.
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