Soneto 154. RÍETE TÚ A SABER...
Ríete tú a saber de qué te ríes,...
¿de esta febril mirada que me mira,
de este resuello infame que respira
o de esta ardua poesía que me envíes?.
Que yo ya no te admito que me líes
en esta ley de gravedad - con ira -
porque, en torno a ti, el mundo ya no gira
y es mejor que de mi ya no te fíes.
Es inverosímil que no desvíes
tu inocente mirada, cuando ríes,
por culpa de la cual, me descontrolo.
Estas miserias no son baladíes
y, aunque no es necesario que me espíes,
tampoco quiero que me dejes solo.
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