Soneto 215. CORTINAS DE AGUA
Como dos gemelos inseparables
hemos coadyuvado a este amor intenso
y las horas muertas, las que te pienso,
dibujan relojes insoportables.
Un puñado de abrazos agradables
hemos ataviado del amor denso
y en ganas de verte, las que condenso,
se enjuta emociones incalculables.
Bajo cortinas de agua nos duchamos
y, alma con alma, nos enjabonamos
hasta en la piel y sien de las retinas.
En caricias de champú nos amamos
y, alma con alma, nos penetramos
en patios de salón y en las esquinas.
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