Soneto 222. CASTRADOS DE UTOPÍA
A un paso de trivial independencia,
en la furia de una ley raquítica,
donde la arquitectura política
es ajena a toda paz y conciencia,
luce el bramido de la inteligencia
en medio de una acción monolítica
que no ejercita su vida onírica
si no lo es para su autocomplacencia.
Sangrientos titulares se oxigenan
en todas las portadas que rellenan
periódicos castrados de utopía.
Sus planes directores nos condenan
a mares sin sentidos que se llenan
de estoicos sueños sin telepatía.
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