Soneto 182. MANANTIAL SONETO
Traslado el desamor que hay en mis venas
a un manantial de aguas dulces livianas.
Lágrimas mojadas en rocas sanas
que alivian el fuego de las arenas.
En una amarga canción me condenas
a un desteñido color de las canas.
Ráfagas de amor, - de apetito -,... y ganas
de exiliar tristezas y ahogar las penas.
En la farándula oquedad del viento
me aprisiona una amenaza de duda
que no me deja expresar lo que siento.
Hay turbulencias que toman asiento
en las aguas donde mi piel desnuda
se abriga sin ningún resentimiento.
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