Soneto 151. SILENCIOS DE AIRE PURO
En copa de árbol líquido, a buen sorbo,
me bebo tus silencios de aire puro
y el alma se me hace fruto maduro
en tus brazos que esquilman rastro y morbo.
Tu palabra insonora no es estorbo,
sino gesto amable, amor y conjuro
de un abrazo que me abriga seguro
en cada renglón de vida que absorbo.
Al oído llevo impresos los cencios
de cada suspiro-inspirado tuyo
que estimulan conversación certera.
Fuera de contexto, ya no hay silencios
ni diásporas deleznables de orgullo,
sino fuentes de amor... . Más Primaveras.
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