Soneto 203. ESCALERA ANTAGÓNICA
Un nevero frío aguarda sin cisma
sobre montañas altas e impávidas
y en alas de quiescentes crisálidas
viajan mis sienes de ungüento sin crisma.
Un retén de río me apresa y abisma
sobre cortinas largas y escuálidas
y en almas de otras almas más cálidas
piensan mis sienes abyectas de un prisma.
Me siento aliviado y condecorado
en el atrezo tan bien dibujado
de esta escalera doble y antagónica.
Me siento aliviado en cada bocado
de boca - y beso sutil, bien besado, -
de esta madera noble y masónica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario