Soneto 216. CORAZÓN SIDERAL
Una cubierta de pieles cambiantes
es el abrigo que cubre al corazón.
De neonato a muerto, vive este armazón
de huesos y de células mutantes.
Mente y alma, corazón - sin más trasplantes -
que ejercita la conciencia y la razón
en postulados de inerte palazón
sobre los esqueletos despampanantes.
Tan sólo en los sentimientos del alma
se queda el tiempo por siempre estancado
y recuerdos que no son de mineral.
Suena el corazón: "¡❤Tum-tum,... ❤tum-tum,...!. ~ Calma ~.
***
"El alma, al morir, se va con lo amado
a su estrella del espacio sideral".
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