Mix Flamenquito

viernes, 18 de mayo de 2018

Soneto 132. Zigzagueo. (Sonetos Lúcidos)

Soneto 132. ZIGZAGUEO 
(Sonetos lúcidos)


Hay un ritmo especial en cada pisada
que se nutre de intensivo apogeo
en esta alacena del zigzagueo
donde se ilustra ilustre mi mirada.

Niveles hormonales de queimada
que aman la pura realidad que creo
sobre un ser parásito que no veo
y es excitación de vida animada.

Colágeno y regustos indiscretos
que eluden sabor de sabores prietos
y recetas de amor iconoclasta.

Salmo ateo de lúcidos sonetos
que esculpe amor de carne y esqueletos
bajo el umbral de mi vida entusiasta.


Soneto 133. Vuelos de distinta trayectoria.


Soneto 133. VUELOS DE DISTINTA TRAYECTORIA

Este humedal es un lujo insólito,
- con aversión al agua no conforme -,
y hasta las aves visten de uniforme
en su ademán, de plumas, acólito.

Notoriedad coherente sin vómito
- de convergencia natural deforme -,
donde anida un cañaveral enorme
de sueños frustrados a propósito.

Las ramas son pasamanos de encina
donde los pájaros se arremolinan
huyendo a la tristeza transitoria.

Los árboles son vectores de esquina
donde los vuelos se descontaminan
partiendo de distinta trayectoria.

Soneto 134. Vista Gran Angular.



Soneto 134. VISTA GRAN ANGULAR

Me gusta que me enfoques cuando miras
con tus ojos - de vista gran angular -
porque me haces sentirme tan singular,...
...tanto como yo te escribo en mis liras.

En un abrir y cerrar tú me aspiras
y todo crece y se expande al pulular
en un amor que no se puede emular
y en tu interior sólo a mí me respiras.

En tu rostro de caricia mimada
te reflejas en mi alma enamorada
y haces paso en el paso que caminas.

En tu plácida y cálida mirada
bosquejas a mi vida sosegada
y, en las noches oscuras, me iluminas.

Soneto 135. Ventanales de otoño.


Soneto 135. VENTANALES DE OTOÑO

Este aluvión de hojas caducas secas
que tiritan de otoño - bajo lluvia -
luce anverso y reverso de piel rubia
en la humedad de las tierras resecas.

Tras los grandes ventanales te obcecas
en la tarde otoñal que más diluvia
y en la tormenta truena agua de pluvia
que se inunda en todas las bibliotecas.

El frío irrisorio, que cae derrotado,
sucumbe a los coletazos de octubre
y se abre paso en un camino aislado.

Verano-Otoño-Invierno, - despiadado -,
... y sólo la Primavera descubre 
lo hermoso que es vivir a tu lado.

Soneto 136. Una persona,... un libro.



Soneto 136. UNA PERSONA,... UN LIBRO.
(Cada persona lleva impreso en su mente un libro, que es un ejemplar único)

Hay libros que ponen de vuelta y vuelta
todo lo que antes otros enseñaron
y teoremas que no se demostraron,
que, al sabio, siguen dando rienda suelta.

Hay versos que dejan la piel disuelta
y narraciones que se equivocaron.
Hay luces que, sin ver bien, nos cegaron
y NO dejaron La Vida resuelta.

Hay manuscritos con las letras sucias
que empañan La Libertad en los otros 
mientras los unos no nos damos cuenta.

Y hay libros - repletos de Amor y Astucias -
que son inclusivos para un Nosotros,
pero que nunca estarán a la venta.


Soneto 137. Un viaje en globo.


Soneto 137. UN VIAJE EN GLOBO

En el caótico cielo es intruso
un globo que vuela sin pasajeros,
que desdibuja rostros de viajeros
y siluetas de nubes en desuso.

En la barquilla - sin rumbo - se puso 
un vástago al pie - sin humilladeros -
y una cortina de hilo - de hilanderos -
que descifra amor de amores incluso.

El globo, que avanza en cada momento,
disfruta a su paso de cada evento
y se oculta del aire que se opuso.

El cristal del agua se mueve lento,
descubre que su vuelo es fraudulento
y se burla de nuestro mundo iluso.

Soneto 138. Tras tanto bullicio...


Soneto 138. TRAS   TANTO   BULLICIO...

No podemos permanecer callados
de espaldas al público de la vida
ni debemos cejar causa afligida
mirándonos en paisajes tallados.

No podemos abastecer cerrados
de buitres bucólicos en la herida
ni debemos labrar causa perdida
soñándonos en mensajes borrados.

En esta esquinita del escenario
me siento en un sillón negro y palmario
para avistar a las nubes del cencio.

Tras tanto bullicio de estirpe de ario,
no hay mejor acto de amor solidario
que un trocito de paz y de silencio.

Soneto 139. Trampa de azul.


Soneto 139. TRAMPA DE AZUL

Si no puedo resarcirte de éxtasis
en esta trampa de azul que enamora
y si el sentimiento, que tanto aflora,
es pura soledad de metástasis.

Si no logro aniquilar mi catarsis
en el coma que me induce y devora
y si el pensamiento, en hora tras hora,
es dura realidad de amor sin praxis.

Si soy becario en práctica de un sindiós
y si el alma de olvido no se cura
desde que los dos nos dijimos adiós.

Si tengo esperanza, amor y dulzura; ...
no es necesario pensar en ningún dios
si me abrazas y me das tu ternura.

Soneto 140. Doble Soneto de traje y sombrero


Soneto 140. DOBLE SONETO DE TRAJE Y SOMBRERO.

1) TRAJE Y SOMBRERO

Hoy quiero vestirme en traje y sombrero
y asaltar el espacio espiritual
de un solitario silencio virtual
en ese atajo de tu amor sincero.

En eso de amarte bien,... soy el primero.

Te queda la duda, escocida y dual,
divagando en el mapa conceptual
hasta que comprendas cuánto te quiero.

Hay miles de flores, libando sin sed,
que esperan a darte la bienvenida
sobre la morada que te vio nacer.

En aceites ocres, resistente red,
aguardo para aliviar tu caída
... sobre mi almohada,... que es tu amanecer.


2) SOMBRERO Y TRAJE

Hoy quiero vestirme en sombrero y traje
y aguardar, con un silencio terrenal,
tus besos - que son mi mejor arsenal
en este asalto de alma que distraje -.

En eso de amar,... yo soy tu mensaje.

Encallarás, sin duda, en un arenal,
temporizando lustros cada bienal
hasta que mi amor con el tuyo encaje.

Somos dos amores muriendo de sed,
que aguardan no se sabe qué otra vida
ni qué otra mañana que nos vea crecer.

En sensibles pieles, caricias de miel,
desnudos frente a frente en la guarida
que sabe cuánto nos hemos de querer.

Soneto 141. Tablero desolado.


Soneto 141. TABLERO DESOLADO
(Dedicado a todas las personas con las que jugué 
alguna partida de ajedrez en la vida)

Este ajedrez, tablero desolado 
de partidas de tabla sin empate 
y encastrados juegos de jaque_mate, 
sucumbe a los peones sin reinado 
y elude a las torres, de lado a lado, 
en enfrentadas luchas de dislate 
- caballos y alfiles de escaparate - 
que derrotan a un rey acorralado. 

Siempre queda la esperanza de ganar 
y una herida que se debe de sanar 
cuando las piezas vuelven a estar en pie. 

No hay partida repetida en este altar 
ni húmedo enroque que se pueda salvar
de las sufridas cuerdas que atan la piel.

Soneto 142. Sueño de amor sedado.


Soneto 142. SUEÑOS DE AMOR SEDADO
(En la muralla de La Macarena: 
"Yo también te quiero un poquito")

Alertado por la luz de vidriera
del sol de los sueños de amor sedado,
doy gracias a quien, sin nada, me ha dado
su cariño sin que se lo pidiera.

De una rama mi nombre no quisiera
pender por siempre en soledad - colgado -
y en el árbol que más he custodiado
mi nombre paciente a tu nombre espera.

Rastreo confines del Universo,
sin rastro de ti - en la cara o el reverso -
de una Madonna con su "Isla Bonita".

A solas, casi siempre, yo converso
con el rostro - imaginario, alto y terso -
de un amor que ya nadie me lo quita.

Soneto 143. Sueño inquieto.


Soneto 143. SUEÑO INQUIETO

Definir quien soy, a modo de introducción,
no es la tarea propia de un soneto;
pero mi sueño, que es un sueño inquieto,
se me abre al paso entre errores de inducción.

Más allá de mis ojos de seducción,
se me queda un alma de amor repleto
que ensalza verdad y pide respeto
en esta obra que escribo sin un guión.

Perdido en la ilusión "verte de nuevo",
enjugo lágrimas en las que lluevo
para escaparme de este laberinto.

En la bondad del Sol me desespero
y el Universo sabe que Te Quiero,
porque, contigo,... TODO me es distinto.

Soneto 144. Sueño en las mimbres.


Soneto 144. SUEÑO EN LAS MIMBRES
(A mi prima Silvia García y, por extensión, a toda su familia )

Vive poniendo el alma en lo que quiere
y alterna sentimiento con trabajo.
Ola de plata que el río atrajo
en tarde de paseo que te infiere.

Pasión animalista que prefiere
el ladrido amigo que la distrajo
en la senda que toma como atajo
y un corazón que a su vida no acelere.

Si eres gesto de alma sin desvarío,
si eres luz en túnel no iluminado,
si desvelas los pasos del estío, ...
no sofoques los fuegos del pasado
y dibuja en tu boca un "¡yo me río!"
con tu sueño en Las Mimbres custodiado.

Soneto 145. Stephen Hawking (cuerda rasa).


 Soneto 145. STEPHEN HAWKING (Cuerda Rasa)
La fascinante última teoría de Hawking-Hertog plantea que, a partir del Big Bang, 
el Universo se formó como un vasto y complejo holograma, 
de modo que pueden existir otros universos muy similares al nuestro.

En espacios de satélites vivos
no hay señal que penetre a las présbitas
miradas - sin luz - de las inéditas
conquistas de entornos expeditivos.

 En auroras de soles, sin aditivos,
se arrebujan las hectáreas, réditas,
de cosechas de granos, congénitas,
que echan raíces en campos esquivos.

Es un esperpento de fuego y brasa.
Sutil repliegue de emoción de NASA
que busca en Marte su futura casa.

Stephen Hawking,... tiempo que se atrasa.

Enfática expansión - de cuerda rasa -
que, en la otra dimensión, de amor te abrasa.

Soneto 146. Sonrisas de flor.


 Soneto 146. SONRISAS DE FLOR

Con tu sonrisa me irradias de magia,
me abres paso en el paso de tu senda
y no hay verdad que más verdad aprenda
que tu hermosa verdad sin hemorragia.

Esta felicidad, que se contagia,
ahuyenta al dolor de cualquier contienda
y fija hora y lugar en la leyenda
de un amor que ya nadie nos lo plagia.

Entre tú y yo hay mil conversaciones;
sexo fluido en calor y corazones,
... bendición que se enreda en cada pelo.

Entre tú y yo nace un velo de flores
que descansa en pétalos de colores
y en la intuición que me abraza a tu cielo.

Soneto 147. Sonámbulo funambulista.


Soneto 147. SONÁMBULO FUNAMBULISTA

He pretendido colarme en tu vida
como un sonámbulo funambulista.
Nunca pensé que, en tan leve conquista,
sería tan profunda esta caïda.

Alambre de vértigo sin salida
que declina el sentido de la vista,
que enmudece en el aire del flautista
y que no repara en paños de herida.

Imán que me atraes, tan halagüeño,
que eres mi sentimiento más risueño
recorriendo el mundo de polo a polo.

Pieza clave que influye en cada sueño,
que es sonambulismo sin más empeño
y me permite andar dormido y solo.

Soneto 148. Sonajeros y amaneceres.


Soneto 148. SONAJEROS Y AMANECERES

No hay más té ni discurso en mediodía
al entrar en tus ojos sin permiso,
pues como un niño que fui y que quiso
aprender, te reté en melancolía.

Tu nomenclatura es mi mediodía
y aunque los otros te hagan caso omiso,
yo disfruto el suelo en el que te piso
y en la luz que me regala otro día.

Aspiro amaneceres de funciones
en retablos de música, y canciones
que me traen tus recuerdos más sinceros.

Boquiabierto quedo de atribuciones
en los sueños que, sin perturbaciones,
nos agitan como a dos sonajeros.

Soneto 149. Sociedad transformada.


Soneto 149. SOCIEDAD TRANSFORMADA
¿Díscolo, rebelde, rojo, revolucionario o persona?. ¡Tú eliges!.

Sueño con ser el pez indescriptible
que consigue viajar con su PeCEra,
pintar con colores pastel en la era
y descifrar todo lo que es invisible.

A medida que todo es perceptible,
siento más cercana la primavera
y observo cómo, desde dentro a afuera,
llegan gentes que se hacen más tangibles.

La roja verdad no es descompasada
si nos transforma a todos con cautela
y hace las cosas de forma pausada.

Por el sendero que deja una estela,
presiento que hay que dar la campanada
sobre el barco que navega sin vela. 

Soneto 150. Simbiosis de amor.




Soneto 150. SIMBIOSIS DE AMOR

La cara oculta tras el pelo suelto
y ojos cerrados en párpados quietos.
Boca que me mete en grandes aprietos
y nariz que nada en río revuelto.

Pieles que estimulan caso resuelto
y labios labrados en pechos prietos.
Gesto erótico de genes inquietos
y arrugas que se van o se han disuelto.

Rezuma miel, fresa, leche y dulzura
cada sábana que emerge en ternuras
nuestra simbiosis de amor acertada.

Me abruma en hiel y apresada angostura
cada sábana que arde en las posturas
de esta esclerosis de amor despejada.

Soneto 151. Silencios de aire puro.



Soneto 151. SILENCIOS DE AIRE PURO

En copa de árbol líquido, a buen sorbo,
me bebo tus silencios de aire puro
y el alma se me hace fruto maduro
en tus brazos que esquilman rastro y morbo.

Tu palabra insonora no es estorbo,
sino gesto amable, amor y conjuro
de un abrazo que me abriga seguro
en cada renglón de vida que absorbo.

Al oído llevo impresos los cencios
de cada suspiro-inspirado tuyo
que estimulan conversación certera.

Fuera de contexto, ya no hay silencios 
ni diásporas deleznables de orgullo,
sino fuentes de amor... . Más Primaveras.

Soneto 152. Siglo XXI, año 2018.


Soneto 152. SIGLO XXI. Año 2018

Siglo XXI y alma de anuario.
** Dieciocho **. Puesta de largo adulta
que estrena argumentario en la resulta
del año marxista bicentenario.

Boca limpia y manifiesto palmario
que de tesis y antítesis te indulta
en la cara del capital que oculta
la síntesis culta del seminario.

Roto descosido. Hilo sin puntada.
Libro constipado. Letra apagada.
Bucle sin puntero. Broma pesada.

Reto conseguido. Hito en la mirada.
Dulce enamorado. Tela bordada.
Amor verdadero. Risa ilustrada.

Soneto 153. Serpiente cruda.




Soneto 153. SERPIENTE CRUDA

Un mal sabor de boca. ¡Me despierto!.
El mal de amor, mi amor, ya no me toca.
Una quebrada roca. ¡No hay acierto!.
La sal, mi amor, en el mar desemboca.

Agua de coco que es poca. ¡Es cierto!
El flash, mi amor, en tus ojos se enfoca.
Enredadera de coca. ¡Me invierto!.
Un beso, mi amor, que endulza la boca.

Rompiente salvaje de espuma y de ola,
que visto, en los mares, trajes de cola,
ausentándome de mi nueva vida.

Serpiente cruda que se queda sola
cuando se enreda, con mi frágil cola,
envenenándose en su propia huida.

Soneto 154. Ríete tú a saber...




Soneto 154. RÍETE TÚ A SABER...

Ríete tú a saber de qué te ríes,...
¿de esta febril mirada que me mira,
de este resuello infame que respira
o de esta ardua poesía que me envíes?.

Que yo ya no te admito que me líes
en esta ley de gravedad - con ira -
porque, en torno a ti, el mundo ya no gira
y es mejor que de mi ya no te fíes.

Es inverosímil que no desvíes
tu inocente mirada, cuando ríes,
por culpa de la cual, me descontrolo.

Estas miserias no son baladíes
y, aunque no es necesario que me espíes,
tampoco quiero que me dejes solo.

Soneto 155. Refranero de Quijote.


Soneto 155. REFRANERO DE QUIJOTE

A buen entendedor, querido Sancho,
mal que por bien no venga, - ley de embudo -,
quien quiera peces, que se moje el culo.

El que calla otorga y, así, tan pancho,
el que avisa no es traidor. Yugo y gancho
de quien a hierro mata, - de amor crudo -,
a hierro muere. A buen hambre, no hay pan duro.

Burro grande, ande o no ande, y serás-ancho.

Cada loco su tema, su destino.
Cada maestrillo su libro, su atino.

Cada cual en su casa. ... ¡ Dios te avisa !.

Pelillo a la mar. Pan-pan. Vino-vino.
Con pan y vino sí se anda el camino.

¡Vísteme despacio,... que tengo prisa!.